martes, 28 de febrero de 2012

La Papisa


La Papisa de Donna W. Cross, es una novela histórica, sumamente interesante, y sumamente arquetípica  de este género.

Por decirlo de alguna manera, todos los que han leído una novela histórica han leído esta novela. No es que sea mala, todo lo contrario, sólo que esta dentro de todos los tópicos de este género.

Lo que más difiere en este libro es el tema y el contexto. El tema es la leyenda de la Papisa Juana, una mujer que en el siglo IX que llegó a ser Papa de la Iglesia Cristiana. El contexto es precisamente el comienzo del que es llamado Siglo de Hierro del Papado, a finales del siglo IX, en la Alta Edad Media y por tanto en la Edad Oscura del medievo.

En cuanto al contexto, el siglo IX, fue sin dudas un siglo de transición, entre la caída total de todas las estructuras del viejo Imperio Romano, y la futura creación de las instituciones feudales. Y en este ambiente, con la pérdida de un cuarto de la población europea por hambrunas, guerras y pestes, se desarrolla la novela. En la misma, se plasma de forma clara, la brutalidad de una sociedad que impuso la religión por la fuerza, que preservo un mundo sumamente machista, que olvido la leyes del derecho romano e impuso la superstición, dejando a un lado la razón lógica, y que promovió un mundo en que sólo las Sagradas Escrituras eran tenidas en cuenta, en tanto en cuanto, los texto de filósofos y pensadores paganos fueron depositados en Bibliotecas como libros prohibidos o erróneos. Además la autora ha realizado un gran trabajo de investigación, en cuanto usos de leyes carolingias, tratados de medicina alto medievales (es un autentico recetario de herboristería medicinal), invasiones de los pueblos del norte y usos y costumbres de la corte papal, carolingia y romana de la época.

El libro dibuja bien el marco de desintegración que se generó después del reinado de Carlomagno, y hace un retrato muy vivido de las condiciones de vida de los monjes, los nobles y los plebeyos. Además pinta con gran solvencia la corte papal, las maquinaciones de los patricios romanos por hacerse con el trono de Pedro, y la ruinosa cuidad de Roma, que pasó del esplendor del Imperio a una gran decadencia.

En cuanto al tema, es especialmente gratificante, pues es difícil encontrar protagonistas mujeres en las novelas históricas que no sean adornos, o que se vuelvan locas de amor pueril y lo dejen todo por ello, o que sean solo objetos para un protagonista masculino. Así pues, la Papisa Juana, si existió cosa que no se sabe e incluso ha día de hoy es más un mito que un hecho, fue una mujer que haciéndose pasar por hombre llego a ocupar el solio de San Pedro. Esta mujer que según las crónicas fue llamado Juan Ánglio (por ser hijo de un monje inglés), llego a Roma desde el monasterio de Fulda, y se convirtió en Papa con el nombre de Juan VIII.
La protagonista, tiene los rasgos de una heroína desde el principio, pues es decidida, audad, no sometida al mundo machista en el que vive y además tiene suerte y una gran capacidad lógica que unas veces la salvará de las situaciones y otras la condenará. Rompe todos los moldes de la sociedad del siglo IX y por ello disfrazada de hombre, accederá al conocimiento al que las mujeres eran vedadas.

Lo curioso de la protagonista es que no cede a sus sentimientos, y que a pesar de tener dudas sobre su identidad, no se propone volver a ser mujer, ni siquiera cuando surge el amor y las dificultades. Es poco probable que una persona no sintiera algún tipo de revés psicológico por tratar de ser una cosa que no es, pero el libro lo supera bien, pintado una mujer decida que ha visto suficiente brutalidad masculina como para pensar que volver a ser mujer sea una buena idea.

Lo que no consigue el libro es hacernos ver a seres humanos complejos, la autora se deja caer en el maniqueísmo propio de estos libros. Los buenos, son siempre buenos, no tienen mala intención, obran siempre en conciencia, no se vengan cuando pueden, no fustigan con ira, o se dejan llevar por la situación frente a las malas acciones de quienes quieren impedir su acceso a los lugares o tratan de acabar físicamente con ellos. Los malos por el contrario son una recopilación entera de todos los vicios y todas las degeneraciones del ser humano, malvados, déspotas, usurpadores, avaros, violentos, lascivos, glotones. Sólo el personaje del Papa Sergio II es un ser dual, pero más fruto de su carácter débil y el exceso de alcohol.

Por último señalar que la autora no toma distancia con respecto a la historia, pero lo hace en la Nota de Autor, allí muestra una abierta simpatía por la protagonista, afirmando casi rotundamente que la Iglesia Romana borró el rastro de La Papisa Juana, por ser algo sumamente embarazoso, que lo hizo siglos después, sobre todo en el siglo XVI, y que hasta entonces la supuesta Papisa, era un personaje abiertamente conocido en todos los círculos intelectuales y religiosos. No digo yo que no sea cierto, solo digo que por ahora es más un mito que una realidad, y que es cierto que hay casos en la historia de usurpación de sexo (no de género, las personas tienen sexo y los objetos género)  por parte de mujeres que llegaron a ser soldados, piratas, monjes o abades, pero que todos ellos quedaron registrados y hay constancia. Por ahora la Papisa queda en la leyenda, pero eso no excluye una parte de verdad, la cuestión es saber cual.

En cuanto a un resumen de los hechos del libro, es mejor hacer una lectura del mismo, no es nada aburrido, tiene giros curiosos, bastante tensión, y no es nada tedioso. Un buen libro para leer si uno quiere profundizar un poco en ese siglo oscuro, en ese momento sangriento del papado y merendarse unas 500 páginas que se pasan en un suspiro.




2 comentarios:

  1. Supongo que esperabas mi comentario, no?? ( bueno, y el de otras 100.000 personas, claro!jejeje)
    Sencillamente Cantero, decirte que el giro que te propuse en mi primer comentario, le has cumplido! Ya no solo por un escrito "diferente", dentro de lo que es tú género de literario ( el cual veo que te desayunas, comes, meriendas y cenas todos los días), sino que me ha sorprendido el que hayas utilizado, y redundando en la palabra GÉNERO, una história que narra algunas de las vicisitudes a las que muchas mujeres se vieron sometidas, para poder ser agente activos en la sociedad, a lo largo de la história.
    Con esto, de momento. Me basta.
    De nuevo, gracias. Y, contínua, por favor.

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  2. Sabia que te iba a gustar el tema.

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