jueves, 16 de febrero de 2012

Patria


Patria de Robert Harris plantea un escenario de novela úcronico, donde se plasma un thriller en el apogeo del III Reich Alemán. 

Bajo la premisa de ¿cómo sería el mundo si el nazismo hubiera ganado la segunda guerra mundial? Algo en lo que todos alguna vez hemos pensado. Las relaciones internacionales, el desarrollo de la guerra, los paises que dejarían de existir, la Gran Alemania que Adolf Hitler soñó y la raza de superhombres que hubieran dominado con puño de hierro el continente europeo y por consiguiente parte del poder mundial. 

En esta óptica nace la novela, en el año 1964, la bota nazi se extiende desde Alemania hasta los Urales. Alemania ganó la Segunda Guerra Mundial, y domina a lo que fue Polonia y parte de Rusia, además de tener países satélites como Francia, Inglaterra, Italia, España y otros tantos. ¿Algo increible? Nada tan lejos que no consiguiera la URSS después precisamente de ganar la verdadera guerra. Volviendo al libro, esta gran Alemania con sus instituciones, algunas inventadas pero la mayoria reales cogidas de las existentes entre 1939 y 1941 vive una guerra de desgaste contra los comunistas en los urales.

En este escenario de fondo, surge la verdadera trama. El libro narra la investigación de un policia, March, que encuentra el cadaver de un alto funcionario del regimen a orillas del lago Havel de Berlin. A partir de hay surge una trama para desclasificar documentos que compromenten al nazismo en la llamada solución final, que los jefes del nazismo idearon para eliminar a millones de judios durante este periodo. 

Por supuesto este libro es un best seller, con lo que ello conlleva; un protagonista que a pesar de ser un héroe de guerra, comandante de un submarino, llega a la policia y no se inscribe en el Partido, que piensa por sí mismo, que no admite el poder predominante y asfixiante del nazismo. Una periodista joven, americana, con principios, que tampoco admite que los EEUU hayan relajado la guerra fría con la Alemania nazi, y todo un cuadro de traidores por todas partes, cuentas en Suiza, viajes de incognito y palizas en las carceles de la Gestapo.

Lo verdaderamente interesante del libro, es que nos pinta un fresco de la dominacion nazi, sumamente creíble, y es creible porque el que más y el que menos vivió la guerra fría y ha estudiado tanto a los bloques comunista como norteamericano, sus relaciones, sus crimenes y sus desvarios imperialistas. Así que imaginarse un mundo dominado por Hitler no es tan distinto de haberlo vivido bajo Stalin o bajo la CIA, y ahí es donde todo es tan sumamente real. 

Además el autor nos pinta un Berlin, gris, triste, pobre de alma a pesar de su gran victoria sobre los aliados, y sobre todo algo que aunque no fue realidad estaba en el imaginario nazi, el convertir a Berlin en la capital del Reich que duraría Mil Años, y los proyecto megalómanos de Hitler y de su arquitecto Albert Speer, que idearon un Berlin mostruoso y que el libro recoge a través de un estudio de los planes y planos de este individuo.

Además la historia entorno a toda la trama es real, por lo menos hasta el año 1942, momento en el que por cuestiones de ficción se desvian totalmente de la realidad, pero eso hace que veamos un gran trabajo de documentación.

Además el libro plantea algo que subyace en Alemania como una herida aun sangrante. El Holocausto fue realizado por la mentes más perversas del nazismo, pero fue la población alemana quién miró a otro lado, la que con su silencio complice condeno a millones de seres humanos a la hogera de los crematorios de los campos de concentración. El libro plantea el hecho, real hasta cierto punto, de que la sociedad alemana no supo que se hacía con los judios que desaparecian todos los días, pero que a pesar de no conocer su destino final, también es cierto que lo intuian,  y aún así mantuvieron, alientaron y alimentaron el regimen que generaba este asesinato en masa.

Hay que decir que el libro es fácil de leer, entretenido, con misterio suficiente para mantenerte enganchado y con la curiosidad de descubir una Europa con la mano derecha extendida y  el grito mecánico del saludo al Führer.

2 comentarios:

  1. Hmmm, la historia inventada, ein? No está mal, no está mal...
    No sé si existe libro previo a Malditos Bastardos, pero esa posible historia paralela en la que Hitler muere antes de montarla parda también sería interesante de leer...

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  2. Entonces se acaba antesde empezar, no?

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